Los 5 accidentes ciclistas más frecuentes en ciudad y cómo evitarlos
COPIADO DE: enbicipormadrid.es
Muchos de los accidentes que suceden en ciudad involucrando a un
ciclista y otro vehículo repiten un mismo patrón. Son bastante
predecibles, y por lo tanto, fácilmente evitables siguiendo unas
sencillas reglas.
El principal error: la ciudad no es la carretera
En carretera los ciclistas nos apartamos lo más posible a la derecha
para facilitar el adelantamiento de vehículos a gran velocidad. En
ciudad, el temido alcance por detrás es realmente raro, pero aparecen
peligros por los lados que no existen en carretera.
Por ello, como norma general es más seguro circular en vías urbanas ocupando el carril entero de la calzada y no arrimarse al borde.
1. Un vehículo que gira a la derecha cierra el paso al ciclista
(Impacto fronto-lateral, 48% de los accidentes ciclistas en ciudad, DGT 2010, pag.29)
¿Por qué sucede? El ciclista está circulando a la derecha de vehículos que pueden girar, bien porque no está ocupando el centro del carril, o porque el carril por el que circula está vetado a dichos coches (por ejemplo un carril-bici en calzada o un carril-bus compartido*). El vehículo no ve al ciclista porque está en su punto ciego.
*El uso del carril-bus por ciclistas está autorizado en algunas ciudades, pero no en Madrid.
¿Cuándo es especialmente peligroso? Si el vehículo que va a girar
es un camión largo barrerá al ciclista aunque éste esté parado
dejándole pasar. La combinación con un carril bici estrecho en calzada
es muy peligrosa, pues invita al ciclista inexperto a situarse en esa
posición.
¿Cómo evitarlo? Si como ciclistas circulamos por el centro del
carril, obligamos al vehículo que gira a quedarse detrás, o bien a
adelantarnos teniéndonos en cuenta.
En el caso de circular por un carril reservado, hay que negociar con los coches que van a girar varios metros antes para asegurarnos de que no cortan nuestra trayectoria, situándonos delante o detrás de éstos y no a su derecha. En el caso de que esta maniobra sea difícil o no esté permitida, lo mejor es pararse gradualmente unos metros antes del cruce para asegurarse.
En el caso de circular por un carril reservado, hay que negociar con los coches que van a girar varios metros antes para asegurarnos de que no cortan nuestra trayectoria, situándonos delante o detrás de éstos y no a su derecha. En el caso de que esta maniobra sea difícil o no esté permitida, lo mejor es pararse gradualmente unos metros antes del cruce para asegurarse.
2. Un vehículo impacta lateralmente contra un ciclista
(Impacto lateral, 12% de los accidentes ciclistas en ciudad. DGT 2010)¿Por qué sucede? El conductor no frena a tiempo cuando un ciclista se cruza en su trayectoria de manera inesperada, bien por exceso de velocidad de cualquiera de los dos vehículos, bien por falta de visibilidad del cruce.
Esta falta de
visibilidad se da por coches aparcados o calles estrechas, y suele
involucrar a un ciclista que circula muy arrimado al borde derecho,
desde donde hay menor ángulo de visión de lo que sucede en la calle
perpendicular..
¿Cuándo es especialmente peligroso?
Circulando por acera o aceras-bici al llegar a un paso de peatones,
sobre todo cuesta abajo. Los vehículos de la calzada esperan a un peatón
cruzar, pero no tienen tiempo de reacción si el que se cruza es un
ciclista al triple de velocidad.
Los ciclistas que usan las aceras o aceras-bici no siempre tienen la experiencia para saber que están cruzando demasiado rápido y se confían creyendo que la prioridad les protege. Especialmente inseguro si el cruce no tiene semáforo o lo tiene en ámbar intermitente.
Los ciclistas que usan las aceras o aceras-bici no siempre tienen la experiencia para saber que están cruzando demasiado rápido y se confían creyendo que la prioridad les protege. Especialmente inseguro si el cruce no tiene semáforo o lo tiene en ámbar intermitente.
¿Cómo evitarlo?
Yendo por calzada por el centro del carril y cruzando a velocidad
moderada. Situarse en el centro del carril permite ver y ser visto antes
y tener más espacio de reacción en caso de despiste o exceso de
velocidad.
En caso de circular por acera o acera-bici, lo recomendable es cruzar como un peatón, mirando antes y entrando en la calzada despacio, sin presuponer que el coche que esté cruzando nos ha visto.
En caso de circular por acera o acera-bici, lo recomendable es cruzar como un peatón, mirando antes y entrando en la calzada despacio, sin presuponer que el coche que esté cruzando nos ha visto.
3. Un vehículo aparcado abre una puerta cuando está pasando un ciclista
(Dentro de "otros impactos", 12% de los accidentes ciclistas en ciudad. DGT 2010)¿Por qué sucede? El conductor del vehículo aparcado no ha mirado antes de abrir y el ciclista circula muy pegado al borde.
¿Cuándo es especialmente peligroso? En puertas que se abren por el lado derecho (el copiloto suele mirar menos).
Otra situación son los carriles-bici: Aunque muchos dejan una distancia de seguridad para evitar este problema, hay algunas aceras-bici sin ese margen en tramos donde teóricamente no se puede aparcar, pero en los que puede parar un coches o hay aparcamiento ilegal.* La escasa anchura de estas vías impide esquivar la puerta del copiloto.
Otra situación son los carriles-bici: Aunque muchos dejan una distancia de seguridad para evitar este problema, hay algunas aceras-bici sin ese margen en tramos donde teóricamente no se puede aparcar, pero en los que puede parar un coches o hay aparcamiento ilegal.* La escasa anchura de estas vías impide esquivar la puerta del copiloto.
*Véase carriles bici en Av. Donostiarra o en rotondas del Campo de las Naciones
¿Cómo evitarlo? Yendo por calzada, basta con separarse algo más
de 1 m. Si vamos por un carril-bici demasiado estrecho como para tomar
esta separación no hay muchas alternativas: o nos salimos de él o
circulamos despacio para poder frenar en caso de que se abra una puerta.
4. Un vehículo adelanta a un ciclista sin dejar distancia de seguridad
¿Por qué sucede? El conductor que viene por detrás de un ciclista ve un hueco para adelantarle y se mete sin comprobar si hay separación lateral suficiente, que debería ser en torno a 1,5 m. No es en sí mismo un accidente, pero puede provocar alguno de los anteriormente descritos.
¿Cuándo es especialmente peligroso?
Si hay otros peligros laterales en ese momento, un ciclista no puede
esquivarlos si un coche le adelanta muy pegado. Hablamos de los
descritos en otros puntos: puertas que se abren, peatones despistados
que cruzan sin mirar, coches que salen de garajes, cruces estrechos, o
el mismo coche que nos cierra el paso girando a la derecha.
Los carriles bici en calzada estrechos legalizan esta situación al permitir el adelantamiento sin distancia de seguridad.
Los carriles bici en calzada estrechos legalizan esta situación al permitir el adelantamiento sin distancia de seguridad.
¿Cómo evitarlo?
Circulando por el centro del carril, el ciclista obliga al otro
vehículo a adelantarle cambiando de carril si lo hubiera y dispone de
más espacio a su derecha para maniobrar para esquivar un imprevisto.
En calles estrechas, le obliga a mantenerse detrás sin dejarle sitio para adelantar. Esta última situación pone nervioso a no pocos ciclistas, que sistemáticamente querrán echarse a la derecha para dejar pasar, situándose así en la situación de peligro que queremos evitar. Quien quiera hacer esta maniobra debe hacerlo sólo en tramos suficientemente anchos, sin acercarse demasiado a la derecha y nunca en las inmediaciones de un cruce.
En calles estrechas, le obliga a mantenerse detrás sin dejarle sitio para adelantar. Esta última situación pone nervioso a no pocos ciclistas, que sistemáticamente querrán echarse a la derecha para dejar pasar, situándose así en la situación de peligro que queremos evitar. Quien quiera hacer esta maniobra debe hacerlo sólo en tramos suficientemente anchos, sin acercarse demasiado a la derecha y nunca en las inmediaciones de un cruce.
5. Un vehículo alcanza a un ciclista por detrás
(Dentro de "Impactos frontales", 5% de los accidentes ciclistas en ciudad. DGT 2010)
¿Por qué sucede? Principalmente, por falta de visibilidad. No es
un accidente muy frecuente, pero el miedo a sufrirlo es el principal
causante de que la gente con poca experiencia se ciña a la derecha,
incurriendo así en mayores riesgos.
¿Cuándo es especialmente peligroso? De noche, en tramos sin
iluminación o por falta de luces del propio ciclista. También con el sol
de frente al amanecer o al atardecer.
¿Cómo evitarlo? Claramente, con las obligadas luces y
reflectantes en el caso nocturno. En este caso y el del sol de frente,
evitando vías rápidas. Aquí sí, el carril-bici nos puede ayudar no
sufrir este alcance, siempre que estemos atentos para evitar los demás
accidentes descritos, más frecuentes.
En resumen
Por lo general, exceptuando casos de poca visibilidad, la posición en el
centro del carril es más segura en ciudad que el borde o el uso de una
vía paralela separada del tráfico.