Texto copiado de: GRUPO CIUDADANO PARA LA MOVILIDAD SOSTENIBLE DE GRANADA Y SU ÁREA METROPOLITANA, Propuestas ciudadanas para la movilidad sostenible en Granada y su área metropolitana, página 10, Granada 16 de julio de 2012.
Nadie desconoce los beneficios de salud, ambientales y económicos que la bicicleta, como medio de transporte, aporta a su usuario y al conjunto de la ciudad. No es de extrañar, por tanto, que muchas ciudades han dado o están dado pasos para su promoción. Estas políticas las podemos clasificar en dos tipos: las que tan solo se han preocupado en incrementar el número de ciclistas (pese a crear conflictos con peatones y conductores) y, en segundo lugar, las que apuestan por un desarrollo de calidad para este medio de transporte.
La política de promoción basada en la fórmula “vías ciclistas + servicio público de préstamo de bicicletas” llevada a cabo en algunas ciudades españolas, aunque ha logrado cierto aumento del número de usuarios de la bici, demuestra, por la experiencia, que la gestión de sus consecuencias continúa siendo un auténtico quebradero de cabeza para los ayuntamientos: multiplicación del número de víctimas ciclistas (mayoritariamente en incorporaciones desde la acera y en las intersecciones del carril-bici) e incremento de los conflictos con los peatones (no solo no ha conseguido poner freno a la creciente invasión de la acera por parte de numerosos ciclistas, sino que ha agravado el malestar peatonal hasta niveles irreversibles).
La ciudad de Granada, sin embargo, todavía se encuentra en un momento en el que puede orientar su política de promoción de la bici hacia un desarrollo de calidad para este medio de transporte, evitando los conflictos y errores cometidos en otras ciudades, y haciéndolo económica y políticamente más rentable.
En base a nuestra experiencia de usuarios de la bici como medio de transporte y sin otro interés que el de dar a conocer las ventajas de la bicicleta apostamos por la formación ciclista como uno de los pilares fundamentales para la promoción del transporte en bicicleta. Para usar la bici como medio de transporte, para conducirla, no basta con pedalear y mantener el equilibrio: es imprescindible aprender a ubicarse en la calzada, a gestionar el espacio, a señalizar, a realizar las maniobras adecuadamente, a comunicarse con los demás, etc. Si los ciclistas adquieren estas competencias que les permite gestionar su propia seguridad se resuelve la convivencia con los otros conductores (sin necesidad de infraestructuras) y se erradica la invasión de las aceras por parte de los ciclistas.
En esta línea proponemos lo siguiente:
Formación ciclista para niños, jóvenes y adultos, establecida en diferentes niveles de dificultad e impartida a través de los colegios, los institutos de secundaria, la Universidad, el Ayuntamiento y otras instituciones públicas, así como en centros de trabajo. El objetivo de la formación debe ser superar los miedos y aprender a conducir la bicicleta de forma autónoma y segura por la calzada. Sugerimos que esta formación se lleve a cabo aprovechando la experiencia práctica que ya está siendo realizada en Granada y que supone la creación local de puestos de trabajo. Además, es una iniciativa muy económica en comparación con la construcción de infraestructuras (a título de ejemplo: La red de carriles-bici de Sevilla capital -120 Km- tiene un coste de 32 millones de euros (1), es decir, 266.666,66 euros el kilómetro, sin contar con el gasto del posterior mantenimiento. Con la cantidad que cuesta 1 Km de carril-bici se puede formar, aproximadamente, a unas 8.800 personas; por lo que cuestan 30 Km de carril-bici se forma a todos los vecinos de Granada).
CURSOS DE CICLISMO URBANO OFERTADOS POR LA ASOCIACIÓN DE CICLISTAS URBANOS BICIESCUELA GRANADA: AQUÍ
(1) MARQUÉS SILLERO, Ricardo. Sevilla: Una experiencia exitosa de promoción de la movilidad en bicicleta en elsur de Europa. [Disponible en internet, consulta: 21 junio 2012]