De todos es conocido que la bicicleta, como medio de transporte, aporta a su usuario y al conjunto de la ciudad importantes beneficios de salud, ambientales y económicos. Por tanto, no es de extrañar que el Ayuntamiento de Granada quiera dar pasos para su promoción con la redacción del Plan de Movilidad Urbana Sostenible.
Ciclista circulando por Puerta Real (Granada) |
En Granada, con los pocos kilómetros de carril bici existentes y junto a la ausencia del servicio público de préstamo de bicicletas, todavía es posible evitar los errores irreversibles cometidos en otras capitales como Sevilla, Barcelona o San Sebastián. En estas y otras ciudades donde se ha apostado por estas dos medidas se ha generado un gasto desorbitado e injustificado de dinero público cuyo resultado ha sido: multiplicación de los riesgos para los ciclistas e invasión de la acera por bicicletas en circulación que supone un peligro para los peatones y un quebradero de cabeza para estos ayuntamientos.
Carril bici en Sevilla |
La intención que tiene el Área de Movilidad de Granada de crear una red de 133 Km de carril bici (de los cuales, 42 Km discurrirían por la acera) responde a una política que entiende a la bicicleta como un estorbo que hay que eliminar de la calzada, del espacio reservado a la circulación de vehículos. Sin embargo, la bicicleta no es una molestia para el tráfico. Los ciclistas conducimos un vehículo y, por tanto, tenemos pleno derecho para circular por la calzada. Somos parte del tráfico. No existen antecedentes, ni análisis técnicos, ni número de ciclistas accidentados que justifiquen la creación de espacios marginados para la circulación ciclista en la ciudad. Esta red de carril bici que tendría un coste de más de 35 millones de euros (sin contar el mantenimiento posterior) sería un error irreversible que limitaría la movilidad de los ciclistas y dificultaría la de los peatones.
Carril bici Avd. Andalucía (Granada) |
El carril bici (vía de 1 metro de ancho por sentido de circulación) es estrecho; ocupa zonas de seguridad y aglomeración peatonal; no respeta las distancias laterales de seguridad necesarias respecto al mobiliario urbano, a los peatones, a los otros ciclistas y a los vehículos estacionados o en circulación; hace al ciclista invisible en los cruces ubicándole en el ángulo muerto del resto de vehículos; reduce el ángulo de visión del ciclista, etc. Esta vía es impracticable para concentrar cierta densidad de ciclistas y para circular con seguridad a más de entre 5 y 10 Km/h. Además, prohíbe a los ciclistas ejercer su derecho de circular por la calzada en la calle donde existe y les incita a continuar por la acera cuando su itinerario finaliza [1].
Carril bici Camino de Ronda (Granada) |
El Ayuntamiento de Granada todavía se encuentra en un momento en el que puede orientar su política de promoción de la bici aprovechando todo el potencial y atractivo de la bicicleta como medio de transporte en la calzada, evitando los conflictos y errores cometidos en otras ciudades y, además, haciéndolo acorde a la situación económica actual. En base a nuestra experiencia como ciclistas y sin otro interés que el de dar a conocer las ventajas de este vehículo como medio de transporte aconsejamos al Ayuntamiento a: mantener la calzada como espacio natural de la bicicleta, crear una red de aparcamientos de bicicletas seguros contra el robo y apostar por la formación ciclista como pilar fundamental para su promoción (propuestas que coinciden con las presentadas por el Grupo Ciudadano por la Movilidad Sostenible en julio de 2012 en el proceso de participación ciudadana para la redacción de dicho Plan de Movilidad) [2].
Aparcamiento de bicicletas seguro contra el robo en el Hospital Virgen de las Nieves (Granada) |
Para usar la bici como medio de transporte, para conducirla, no basta con pedalear y mantener el equilibrio, es imprescindible aprender a ubicarse en la calzada, a gestionar el espacio, a señalizar, a realizar las maniobras adecuadamente, a comunicarse con los demás, etc. De esta manera los ciclistas pierden los miedos y adquieren las competencias con las que gestionar su propia seguridad en la calzada evitando los peligros del carril-bici y erradicando la invasión de la acera. Esperamos que el Ayuntamiento no pierda la oportunidad de hacer una apuesta pública por la formación ciclista que supone la creación local de puestos de trabajo con un coste ajustado a la realidad económica actual: la construcción de cada kilómetro de carril bici tiene un coste de 266.666,66 euros (sin contar su posterior mantenimiento)[3], por el gasto que supuso la construcción de los 20 Km de carril bici que actualmente hay en nuestra ciudad se podría haber formado a todos los vecinos de Granada para que conduzcan con seguridad su bici por la calzada [4].
Ciclista circulando por Gran Vía (Granada) |
[1] BICIESCUELA GRANADA, La falsa seguridad del carril bici urbano, Granada, marzo 2008
[2] GRUPO CIUDADANO PARA LA MOVILIDAD SOSTENIBLE DE GRANADA Y SU ÁREA METROPOLITANA, Propuestas ciudadanas para la movilidad ciclista en Granada y su área metropolitana, Granada, 16 de julio de 2012.
[3] MARQUÉS SILLERO, Ricardo. Sevilla: Una experiencia exitosa de promoción de la movilidad en bicicleta en el sur de Europa.
Asociación de ciclistas urbanos Biciescuela Granada
biciescuelagranada@hotmail.com
Granada, 17 septiembre 2012